Ecce Homo. |
Otro hermoso ejemplar de Cristo representado en el momento en que Pilato lo muestra a la multitud diciendo: "Este es el hombre." Los dedos bellísimos de Jesùs contrastan con los torpes del romano. Se conocen varias representaciones del mismo tema que, para distintos lugares y encargos hizo Morales. De un fondo negro emerge la noble figura del Redentor, que irradia paz y serenidad en el dolor. Vemos el esfumato leonardesco en la composición y la afinidad con los maestros portugueses en la concepción del rostro de Cristo.