Pedro de Aguirre, pintor y dorador, vecino de Benavente, es el Maestro que lleva a cabo el dorado, estofado y policromía del Retablo y sus imágenes. Alonso Hipólito había terminado su tarea y el Retablo estaba montado. Se desmontó íntegramente para que Aguirre hiciera su labor de embellecimiento. Este lo doró con panes de oro de 24 quilates y lo estofó. El estofado es una técnica decorativa que consiste en dar una mano de pintura sobre el oro y, antes de que seque completamente, se dibuja con punzón de madera sobre la pintura y aparece el oro inferior, consiguiéndose una belleza singular que enaltece la imagen o el retablo que se decora.